EL HIMNO NACIONAL: ÚNICO E INVARIABLE

 

A propósito de la acción legal interpuesta por la Comisión Permanente de Efemérides Patrias contra quienes ultrajaron el Himno Nacional, se reafirma el compromiso solemne con la defensa de nuestros símbolos patrios. La ocasión resulta aún más significativa, al coincidir con la conmemoración del 162 aniversario de la Restauración de la República. En ese marco, el presidente Luis Abinader, a través del Ministerio de Cultura, presentó la nueva grabación del canto patrio, en cumplimiento con lo dispuesto por la Ley 210-19 que regula el uso de los símbolos nacionales.

Por su valor doctrinario y cívico, en estas páginas retomamos nuestro artículo dedicado al Himno Nacional, humilde pero firme aporte para promover, difundir y honrar las expresiones más puras de la dominicanidad. Es un deber de gratitud hacia nuestros héroes y heroínas, que con su sacrificio nos legaron una patria libre y soberana, y que aún hoy nos convocan a alzar con valentía nuestro glorioso pendón.

La Real Academia Española define “himno” como composición poética y musical que exalta, celebra y une a una colectividad. Esa definición alcanza su máxima expresión en nuestro canto patrio: obra musical de José Reyes con letra de Emilio Prud’Homme, declarado en la Constitución, artículo 33, como único e invariable. La Ley 210-19, en sus artículos 30 y siguientes, establece su uso correcto, las estrofas oficiales de interpretación, su difusión en medios, y su ejecución en actos estatales, culturales y deportivos. Reitera, además, la solemnidad que debe guardarse ante sus notas: ponerse de pie, descubrirse la cabeza y, sobre todo, recordar que el Himno Nacional nunca se aplaude.

El historiador Miguel de Camps Jiménez, en su obra Para comprender mejor el Himno Nacional Dominicano, relata que el canto patrio fue interpretado por primera vez el 17 de agosto de 1883, en la logia La Esperanza de Santo Domingo, durante los actos del vigésimo aniversario de la Restauración. Más tarde, en 1934, quedó oficializado mediante la Ley 700.

Por su parte, el libro Acercamiento al Himno Nacional Dominicano: sinopsis didáctica de Arístides Incháustegui y Blanca Delgado Malagón, aporta valiosos testimonios: José Reyes, inspirado por la lectura del himno argentino, invitó a su amigo Prud’Homme a escribir un canto que encendiera en los dominicanos el amor a su suelo, su cielo, sus glorias y su libertad. Ese sueño patriótico dio origen a la obra que hoy nos identifica en el concierto de las naciones.

Durante el Mes de la Patria 2025, la Comisión Permanente de Efemérides Patrias y el Imposdom presentaron un sello postal conmemorativo del Himno Nacional en la Casa de la Moneda. En ese acto, el presidente de la Comisión, Juan Pablo Uribe, proclamó con solemnidad que “hoy rendimos homenaje a la identidad dominicana a través del himno, expresión única y eterna de nuestra nación”.

Así, evocamos aquel 17 de agosto de 1883, cuando nació en el vientre de la patria este himno inmortal. Como el 27 de febrero de 1884, cuando sus notas acompañaron el traslado de los restos de Duarte. Como ayer, en las gestas bélicas de defensa nacional. Como hoy, en la firmeza con que la República defiende su soberanía e identidad. Y como mañana, cuando nuevas generaciones entonen sus estrofas con fe y determinación.

Por ello, desde la hondura del sentimiento duartiano, proclamamos que el Himno Nacional Dominicano es y será siempre la melodía eterna de nuestra libertad, el eco invencible de la dominicanidad y la voz unida de un pueblo que jamás renunciará a su dignidad.

Lic. Juan Alberto Michel G.

Abogado

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