Por Redacción Los Regionarios
Santo Domingo, R.D.- En un contexto nacional marcado por la urgencia de reformar estructuras que por años han mostrado signos de agotamiento, el consultor jurídico del Poder Ejecutivo, doctor Antoliano Peralta Romero, alzó su voz con claridad durante la Jornada de Evaluación sobre la Participación Gubernamental y de la Sociedad Civil en la Reforma Penitenciaria Dominicana, para argumentar una idea que comienza a calar en el pensamiento jurídico y social dominicano: la necesidad de crear un Ministerio de Justicia moderno, funcional y alineado con los desafíos actuales del país.
¿Por qué volver al Ministerio de Justicia?
Peralta repasó el origen, desaparición y retorno de la figura del Ministerio de Justicia, destacando que esta no es una innovación, sino un rescate del diseño institucional original de la República Dominicana, que fue suprimido en 1964 en un contexto de presiones políticas durante el Triunvirato.
El Ministerio de Justicia —explicó— acompañó al país desde la primera Constitución de 1844 y su regreso ha sido tema de discusión desde hace más de dos décadas. Sin embargo, hoy la propuesta está más cerca que nunca de convertirse en ley: ya fue aprobada por el Senado, y solo resta su conocimiento en la Cámara de Diputados.
Una deuda pendiente con el sistema penitenciario
Durante su intervención, el jurista hizo una radiografía del sistema penitenciario dominicano, recordando que, aunque se ha intentado reformar, problemas como el hacinamiento, la violencia intramuros y el colapso de los modelos de reinserción persisten.
Si bien reconoció avances como la creación de la Dirección General de Servicios Penitenciarios mediante la Ley 113-21, Peralta fue claro al afirmar que la administración penitenciaria no debe seguir en manos del Ministerio Público, como ocurre solo en tres países iberoamericanos (República Dominicana, Ecuador y Nicaragua).
¿Qué propone la reforma?
La propuesta plantea que el futuro Ministerio de Justicia asuma el liderazgo del sistema penitenciario y correccional, apoyado en un nuevo marco institucional compuesto por:
- Un Ministro de Justicia
- Un Viceministro de Políticas Penitenciarias y Correccionales
- La Dirección General de Servicios Penitenciarios y Correccionales
Además, se contempla la creación de un espacio de articulación interinstitucional y sociedad civil, que funcionaría como una mesa común para trazar y monitorear políticas públicas penitenciarias, algo que el sistema actual no logra de forma efectiva.
El Viceministerio propuesto tendría bajo su responsabilidad el diseño de políticas públicas de reinserción social, el seguimiento a las condiciones carcelarias y el vínculo formal con las organizaciones de base comunitaria y derechos humanos.
¿Una nueva visión para la justicia?
Para el doctor Peralta, más que una estructura burocrática, el Ministerio de Justicia representa una oportunidad para romper con prácticas ineficientes, profesionalizar el sector y devolver al Estado su rol garante de derechos, en especial dentro del sistema penitenciario, donde hoy conviven injusticias estructurales, precariedades y exclusión.
La reforma no solo propone mejorar la administración, sino también reorientar la justicia hacia una lógica más humana, transparente y enfocada en la rehabilitación, en consonancia con estándares internacionales.
Reflexión editorial
Desde Los Regionarios, consideramos que el debate en torno a la creación del Ministerio de Justicia no puede quedarse solo en el plano institucional. Es una discusión que invita a revisar qué entendemos por justicia, por dignidad y por derechos humanos en una sociedad que busca avanzar.
El sistema penitenciario, muchas veces invisible para la opinión pública, es un espejo incómodo de nuestras fallas colectivas. Esta propuesta representa una oportunidad de rediseñar ese espejo. ¿Tendremos el valor como nación para mirar de frente y actuar?
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