Santo Domingo, R.D. – Hay noches que se quedan grabadas en la memoria colectiva por la fuerza de su propósito y la grandeza de quienes las protagonizan. Así fue “Una noche de risas con propósito”, un espectáculo cargado de humor, talento y compromiso social que reunió sobre el escenario a tres íconos del entretenimiento dominicano: Cuquín Victoria, Cecilia García y Felipe Polanco “Boruga”.
Bajo la producción de Joaquín Geara, el Teatro La Fiesta del Hotel Jaragua se vistió de gala para recibir a “Los Tremendos Tres”, una propuesta artística que no solo hizo estallar carcajadas, sino que también sirvió para recaudar fondos destinados a los programas de capacitación de la institución Promapec, que trabaja desde hace más de 40 años transformando vidas a través de la educación técnica.
Desde el primer minuto, la conexión entre los artistas y el público fue palpable. No era simplemente una función: era un reencuentro con figuras que han sido parte del imaginario cultural dominicano durante décadas. La velada se convirtió en una especie de homenaje en vida a estos tres colosos del humor, quienes, con estilos diferentes pero igual carisma, ofrecieron un espectáculo lleno de ingenio, música, anécdotas, parodias y, sobre todo, autenticidad.
La noche también tuvo momentos sorpresivos, como la participación especial del cantante y humorista Carlos Alfredo Fatule, quien protagonizó un divertido número junto a Boruga, demostrando que el humor sigue siendo una de las formas más potentes de conectar con la gente.
Cada uno de los artistas brilló a su manera: Cuquín con su agudeza clásica y su capacidad de reírse de lo cotidiano; Cecilia, elegante, divertida y dueña de una voz y una presencia escénica que hipnotizan; y Boruga, maestro del repentismo, del chiste dominicano de calle, que sabe cómo representar al pueblo con gracia y sin ofender.
Las ovaciones fueron constantes y, al finalizar el show, el público se levantó de sus asientos para aplaudir no solo el talento, sino el gesto: ofrecer su arte en favor de una causa que sigue cambiando destinos.
La gran beneficiaria de la noche fue Promoción Apec (Promapec), una entidad educativa que ha impactado la vida de más de 57 mil dominicanos a través de programas técnicos dirigidos a sectores con escasas oportunidades. Su modelo combina formación laboral, emprendimiento y desarrollo humano, creando verdaderos agentes de cambio en sus comunidades.
Las capacitaciones de Promapec abarcan desde áreas tradicionales como contabilidad, repostería o costura industrial, hasta formaciones más modernas como maquillaje profesional, vestuario para cine y audiovisuales, o diseño digital. Todo con una visión de empoderamiento, inclusión y desarrollo económico.
Creada en 1982, Promapec se sostiene en valores institucionales como la integridad, la responsabilidad y el compromiso social, manteniendo como norte la transformación de vidas a través del conocimiento práctico.
“Una noche de risas con propósito” fue un éxito no solo por lo que ocurrió en escena, sino por lo que se logró fuera de ella. Gracias al respaldo de empresas aliadas como ARS Humano, Fundapec, Propagas, Seguros Universal, Café Santo Domingo, Agencia Bella, Casa Brugal, Reid & Compañía, Viamar, Worldwide y el Club de Lectores del Listín Diario, el evento se convirtió en una plataforma para recordar que la cultura y la educación pueden caminar de la mano, cuando el talento se pone al servicio del país.
En un tiempo donde el entretenimiento a menudo se desliga del compromiso social, esta velada demostró que todavía es posible reír, emocionarse y construir futuro al mismo tiempo.
Y mientras en el teatro se aplaudía a los artistas, en las aulas de Promapec —donde muchos dominicanos preparan su camino hacia una vida mejor— también se celebraba. Porque cada risa de esa noche fue, en el fondo, una oportunidad nueva para alguien.